Ciber Amor: La nueva tendencia en Hidalgo

Por Hugo Santiago/Revista La Neta
ARTÍCULO DE FONDO 

El uso de las redes sociales como Facebook, Hi5, Badoo, las salas de chat y los correos electrónicos, ha creado entre los jóvenes y personas de que oscilan entre los 30 a 50 años, una nueva tendencia a la hora de buscar pareja: el amor por Internet  
Ya sea en cibercafés, en sus domicilios o hasta en los centros de trabajo, donde conectados por una banda ancha, Internet telefónico o hasta por celular, las personas de ambos sexos ponen anuncios en las redes para conocer a sus "Medias naranjas".
La carretera de la información facilita a las personas, el poder conocer gente con gustos similares, horario escolar o laboral parecidos, y actividades en que ambas almas puedan verse identificadas.
Trabajadores de cibercafés de los municipios de Tula y Tepeji, afirmaron que buena parta de los clientes que diariamente atienden, utilizan las computadoras para buscar pareja o chatear con personas que ya han conocido por medio de la web.
"Aquí vienen muchos chavos a conectarse en el Badoo, suben su foto y están pendientes de que alguna chica les haga algún comentario, si se gustan, platican y luego hacen una cita y se conocen; he visto muchas novios que así se han conocido" platica una de las empleadas de un Internet público.
Refieren los empleados de este tipo de comercios, que lo que está de moda ahora para "ligar", es la red social Badoo, cuyo sistema permite conocer a hombres y mujeres a menos de 50 kilómetros de distancia de la ciudad de referencia de la región en el sistema, Tula de Allende.
"Desde chavos de 14 años, hasta señores de 35 o 40, se conectan para conocer chavas; algunos se tardan horas frente a  la computadora, conversando sobre sus vidas, gustos e intereses", refiere Norma, otra trabajadora del Internet.
En la región existen ejemplos de personas que han contraído matrimonio, luego de conocerse por la web. "Dany" es un ejemplo de ello. Profesionista de 26 años, debido a su trabajo y a la timidez que le acompaño desde la secundaria, comenta que le era más fácil conocer chavos por Internet  que "en vivo" como es usual.
"No te andas con rodeos, aunque lo conoces por foto, si hay atracción de inmediato, sigues platicando, si no lo cortas del messenger y conoces a otro", explica.
Y ella con un clic encontró el amor instantáneo. Martín de 31 años ingresó a la sala de chat donde descubrió a "Dany83" (como se hacía llamar por el ciberespacio), platicó con ella durante semanas, hasta que se conocieron físicamente en el jardín de Tepeji del Río, de ahí fueron al cine y comenzó una relación que terminaría en el Registro Civil.
"Anduvimos casi un año, nos queríamos y decidimos que era el momento de dar el segundo paso; me presentó a su familia, le presente a la mía y pusimos fecha al matrimonio", detalla la profesionista, que en estos días cumple medio año de casada.
Esteban, breve de palabras, nos narró que de 3 novias que ha tenido hasta sus 18 años, a dos las conoció por esta vía; primero por el Messenger y la actual y ultima por Facebook.
De corta edad, pero con experiencia en el ramo, detalla que desafortunadamente muchas personas buscan el amor en la red, mintiendo sobre su edad o físico, ante el temor de no ser aceptados.
Y explica que por ejemplo conoció a una "chava" de la localidad de Tlahuelilpan, que se describió "casi como una modelo", y cuando la conoció la realidad contrastaba ampliamente con su dicho.
Pero el internet no solo es utilizado para contactar gente para una relación sentimental seria y formal; también para encuentros sexuales ocasionales y de diferentes tipos, como dan cuenta los múltiples anuncios  que se ubican en páginas de alto contenido erótico.
En estos portales, los solicitantes escriben frases sugerentes para establecer relaciones sexuales sin compromiso, suben fotos de nivel "tres equis"  y hasta videos; en la mayoría no aparecen rostros, y la oferta es tanto para sexo heterosexual, como homosexual.
La nueva moda del "Ciberamor" tiene sus riesgos. Esto debido a que la web también es utilizada por personas mayores que, amparadas por un perfil falso, intentan seducir a menores de edad, chicas en su mayoría, para sostener relaciones sexuales.
Otros vivales aprovechan los contactos amorosos, para obtener de sus "ciberparejas", datos o información de ellos mismos, sus familias o seres queridos, que a veces acaba sirviendo para la extorsión telefónica o incluso el secuestro.

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