De oportunistas e hígados
Por Hugo Santiago
“A río revuelto, ganancia de pescadores”, esa frase define perfectamente a aquellos que aprovecharon la marcha que un grupo de habitantes, hicieron en contra de la policía municipal tepejana.
En la ultima protesta realizada frente a la alcaldía municipal de Tepeji, dos o tres actores políticos “abanderaron” la causa, que era principalmente de un grupo de personas afectadas, quienes habían recibido sumas agresiones por parte de la preventiva, cuando era malamente dirigida por Erick Candelaria.
Fue lamentable observar que algunos de los políticos que encabezaron la manifestación, creemos que con el fin de ganar reflectores con miras a las próximas elecciones, aprovecharon el momento para sacar sus rivalidades y viejos rencores con la actual administración, y a los verdaderos afectados poco o nada los dejaron hablar.
Cuando fue convocada la protesta, se informó que los puntos a tratar eran tres: la solicitud del cese de los mandos policiacos que había dejado Candelaria (ente ellos “Pichardo”, El Vampiro” y “El Panda”), el retiro de las denuncias judiciales que hay por parte de la preventiva a los ciudadanos, y la consignación de las averiguaciones que existen en el Ministerio Publico en contra de los policías locales.
De estos tres puntos muy poco se dijo, y lo que si destacaron los politiquillos, que reitero a mi parecer se aprovecharon, fueron situaciones que incluso, ni siquiera son de la competencia del edil municipal. Para completar lo anterior, basta decir que en la marcha participaron 2 ex contendientes a la presidencia municipal que fueron derrotados por amplio margen, por el actual edil.
Para estas fechas, afortunadamente, se observan buenas y claras intenciones por parte del Gobierno Municipal de hacer una limpia en la corporación, y dotarla de nuevos elementos que cumplan con las expectativas de ser un cuerpo de seguridad que proteja a los ciudadanos, y no que los ciudadanos se protejan de ellos.
DE HÍGADOS
Pero no solo son los políticos los que a veces aprovechan los movimientos sociales para ganar puntos y colgarse medallistas de “luchadores”; también hay vivales que se amparan con una noble profesión como es el periodismo, para buscar sus beneficios personales y aún, rasgarse las vestiduras para presumirse con “virtudes” y “ética”.
Existen aquellos que se aprovechan y escudan en esta actividad para consumar sus venganzas personales, vituperarse en su vanidad protagónica, y allegarse de recursos económicos, pensando nosotros, prostituyendo el oficio.
Estos funestos personajes se llena la boca de mentiras, diciendo que están con la ciudadanía, cuando en realidad están del lado del dinero; ejemplo claro en cuando se la pasan exigiendo vales de gasolina en las alcaldías municipales, y cuando reciben dinero por atacar a personas públicas en los diferentes medios donde tienen la oportunidad de trabajar, pero que aprovechan para tirar su veneno.
Ellos escriben con el hígado, sin importarles los daños o el daño que le pueden causar a una persona, que muchas veces ni la debe, guiados únicamente por sus egoístas y particulares intenciones.
Estos oportunistas además se sienten conocedores de la verdad absoluta, y se atreven a criticar a otros periodistas por sus situaciones personales o por que supuestamente faltan a la ética; lo gracioso es que cuando lo hacen, más pareciera que se están describiendo ellos mismos, o a sus experiencias personales de “chayotes”, como en el argot periodístico se le llama a la compra de conciencias.
No alcanzaría el espacio para comentar todas las historias de estos obscuros personajes, y no hace falta poner nombres de quién o quienes son, por que la ciudadanía los identifica, los conoce. “El perro no come carne de perro”, pero carne de hiena, alacrán o zopilote, por supuesto que sí.
TOTAL APOYO
Por otro lado hay periodistas buenos, profesionales y con un amplio sentido de responsabilidad social, afortunadamente son casi todos los de esta región, y entre ellos se cuentan las compañeras Verónica Monrroy Elizalde y María del Carmen Mínguez Alcántara, quienes desafortunadamente en últimas fechas han recibido agresiones por desempeñar su trabajo.
Lo mismo le ha ocurrido al compañero de Ixmiquilpan Marco Antonio Cabañas Reyes, por parte de una regidora de aquella zona. Para los tres sirva nuestro respaldo y apoyo total público, y nuestra condena a los causantes de estos trágicos hechos. En La Neta alzamos la voz para decir: ¡Ni un periodista agredido más, ya basta!.
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