EDITORIAL: 4 años 7 meses

Por Hugo Santiago
Cuatro años siete meses es el tiempo que durarán las próximas administraciones municipales, para las cuales ya hay varios apuntados en la región, para disputar un cargo publico, sea el de alcalde, síndico o regidor, y algunos hasta para ser funcionario.

La actual legislatura encabezada por el llamado “Tata Pedraza”, Roberto Pedraza Martínez, avaló con su voto la modificación para empatar las elecciones, fruto de la cual es que hoy en día por más de 9 meses tengamos 2 diputados locales y dos gobernadores, uno electo y el otro en funciones; además de los más de cuatro años de vida de los siguientes ayuntamientos.

Si bien es cierto, ampliar el periodo de gestión de los ediles permitirá que ahora puedan concluir bien sus planes de trabajo sin excusa de que no les dio tiempo; también deja abierta la puerta de que se ellos generen cotos de poder, a que por mayor espacio dispongan de los recursos públicos y reciban sus suntuosos salarios.

Y mal pensando también, los próximos inquilinos en el poder tendrán 4 años 7 meses para hacer negocios, tranzas y otras canonjías, cosas que por supuesto no suceden aquí, pero de las cuales tenemos horribles experiencias.

Para las administraciones 2012-2016 ya hay vivales de la política que se frotan las manos por participar en ellas, se llenan el hocico de mentiras al realizar precampañas sumamente anticipadas, para asegurar su lugar en la codiciada ubre municipal.

Así también se están gestando proyectos serios que plantean en este gran tiempo, hacer un cambio radical en la vida de los municipios, para llevarlos al sendero del progreso y el desarrollo; desafortunadamente son los menos.

En tanto los que más animados están por entrar en la contienda, son los individuos que plantean encabezar las regidurías de cualquier municipio, ante las jugosas dietas que ahí se perciben y el poco o nulo trabajo que los cabildos desarrollan.

Tanta es la ambición, que ha surgido una nueva moda en la política hidalguense de aquellos que no tienen ni la más mínima posibilidad, ni las tablas necesarias para ser la cabeza de una alcaldía, pero que no se quieren quedar fuera de la jugada: “levantar la mano para no ser y a ver que me dan”. Hay políticos mediocres que así se la han pasado toda la vida.

Seguro es que durante estos periodos los ayuntamientos tendrán todo el apoyo, respaldo y el impulso del gobierno estatal, que será encabezado entonces por el actual gobernador electo Paco Olvera; sin embargo dependerá del esfuerzo de las personas que encabecen las administraciones locales, la posibilidad de que los municipios avancen y así sus habitantes tengan una mejor calidad de vida, que es el objetivo primordial de todo gobierno.

Pero aquí hay un grandísimo problema, si el presidente municipal (hombre o mujer) para el 2012-2016 resulta ser trabajador, honesto, visionario y comprometido, los ayuntamientos prosperaran; pero que pasa si resultan flojos, mentirosos, cerrados, nepoticos y que además le guste hacerse del dinero del pueblo, los pobres municipios tendrán que soportarlos por 4 años 7 meses.

También hay que anotar otra cosa, cruel pero cierta, cada pueblo tiene el gobierno que se merece.

Para cambiar esta visión es importante que quienes tengamos la facultad de elegir a nuestro próximo alcalde, aunque aún falta mucho, lo hagamos después de un riguroso análisis de su trayectoria, propuestas y planteamientos; para no darle el poder un corrupto sátrapa político oportunista, acompañado además por su caterva de secuaces, parásitos del erario y hasta de sus concubinas.

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