Tula de Allende.- Guerra de declaraciones entre gobierno estatal y dependencias federales por construcción de refinería Bicentenario en Tula, que a causado innumerables reacciones por parte del gobierno de Hidalgo en contra del gobierno federal y Petróleos Mexicanos.
Ante el creciente rumor de la posible suspensión de la construcción de refinería Bicentenario en el sur del estado, debido a la presencia de vestigios arqueológicos en un predio aproximado de cinco kilómetros dentro del polígono F1, muy cerca de la ex hacienda de San Miguel Chingú perteneciente al municipio de Atitalaquia, -ejido que aportará más de un 50 por ciento de las 700 hectáreas requeridas para el nuevo tren de refinación.
Se ha desatado una escalada de declaraciones por parte del ejecutivo estatal en contra del gobierno federal a quien en innumerables ocasiones, ha exigido a Pemex inicien con los trabajos de construcción de dicha refinería.
A mediados de abril del año pasado el director general –de ese entonces- de Petróleos Mexicanos (Pemex), Jesús Reyes Heroles había anunciado que Tula sería la sede para la construcción de la nueva refinería; asimismo, especificó que el gobierno de Hidalgo contaba -a partir del 15 de ese mes-, con 100 días para la entrega de un terreno de 700 hectáreas donde se edificará el complejo.
Desde ese entonces comenzó la cuenta regresiva para que se adquiriera los terrenos necesarios, al inicio de las negociaciones el gobierno estatal “fijo su artillería” para conseguir los predios del ejido de El Llano, que fueron en ese entonces los más viables entre poco más de una decena de ejidos de la zona, finalmente las negociaciones dieron como resultado el 12 de agosto que el polígono elegido por Pemex fue el F1 conformado por los ejidos de Atitalaquia, San Bartolomé Doxey –Tlaxcoapan- y en menor medida Tula.
Polígono que debía pasar por el riguroso escrutinio técnico de la paraestatal para ser aceptado para la construcción de la Bicentenario; sin embargo tras salir a la luz pública la existencia de vestigios arqueológicos teotihuacanos en la ex hacienda del Chingú, sitio donde se edificará la refinería Bicentenario, el retraso en la obra fue marcado.
De acuerdo con explicaciones de investigadores del INAH en esta región, en el sitio que ocupa la ex hacienda de El Chingú las ruinas arqueológicas no han sido exploradas, que cuentan con un alto valor histórico y corren peligro de desaparecer cuando se inicie la construcción de la refinería Bicentenario.
Al cuestionar a Juan Pérez Pérez ex delegado estatal del INAH, negó tener conocimiento sobre la existencia del sitio arqueológico y minimizó la importancia del lugar; en contraste, habitantes de la región señalaron que la indeferencia de la autoridad ante el tema se debía a que el gobierno no quería atrasar las obras de construcción de la refinería de Pemex en esta zona.
Recientemente el gobernador del estado a insistido y reclamado enérgicamente al gobierno federal el inicio de la construcción de la refinería, pese a que a inicios de marzo en conferencia de prensa el nuevo director general de Pemex Juan José Suárez Coppel había anunciado que la construcción iniciaría hasta abril del 2011, sin embargo explicó que ya habían comenzado con trabajos de ingeniería básica.
Ante el arranque de las campañas electorales por la sucesión del gobierno estatal el reclamo del gobernador Miguel Osorio fue mayúsculo y constante; sin embragó por lo menos dos meses antes personal de la refinería Miguel Hidalgo ya habían comenzado los trabajos de deslinde del polígono adquirido para la construcción de la refinería.
Los mismos trabajadores de Pemex afirmaron tener conocimiento de que la licitación para la construcción de la barda perimetral, estaba en camino y que los trabajos de topografía e ingeniería básica ya habían concluido; de esto aparentemente el gobierno estatal no tenía conocimiento.
Pese a ser publicado en diversos medios estatales, el gobernador del estado se apresuró a desmentir la información e insistió en que Pemex no había iniciado nada, con el paso de los días surgió otro rumor –el mas actual- sobre la tardanza en el arranque de los trabajos de construcción que ponían en peligro la viabilidad de la refinería en Tula, la supuesta omisión del gobierno estatal que presuntamente no informó a Pemex que en los predios elegidos por ellos –por Pemex- había vestigios arqueológicos y que el INAH no había liberado aun los permisos para realizar trabajos en dichas tierras.
La existencia de ruinas arqueológicas en El Chingú son de dominio público y los campesinos que vendieron sus tierras lo sabían, hay investigaciones que datan de la década de los 80´s que dan constancia de ello, investigaciones realizadas por Clara Luz Días; la investigadora realizó excavaciones en este lugar, como resultado de sus estudios escribió el libro “Chingú; Un Sitio Clásico del Área de Tula, Hgo.”, donde detalla el producto de sus indagaciones
Ante el creciente rumor de la posible suspensión de la construcción de refinería Bicentenario en el sur del estado, debido a la presencia de vestigios arqueológicos en un predio aproximado de cinco kilómetros dentro del polígono F1, muy cerca de la ex hacienda de San Miguel Chingú perteneciente al municipio de Atitalaquia, -ejido que aportará más de un 50 por ciento de las 700 hectáreas requeridas para el nuevo tren de refinación.
Se ha desatado una escalada de declaraciones por parte del ejecutivo estatal en contra del gobierno federal a quien en innumerables ocasiones, ha exigido a Pemex inicien con los trabajos de construcción de dicha refinería.
A mediados de abril del año pasado el director general –de ese entonces- de Petróleos Mexicanos (Pemex), Jesús Reyes Heroles había anunciado que Tula sería la sede para la construcción de la nueva refinería; asimismo, especificó que el gobierno de Hidalgo contaba -a partir del 15 de ese mes-, con 100 días para la entrega de un terreno de 700 hectáreas donde se edificará el complejo.
Desde ese entonces comenzó la cuenta regresiva para que se adquiriera los terrenos necesarios, al inicio de las negociaciones el gobierno estatal “fijo su artillería” para conseguir los predios del ejido de El Llano, que fueron en ese entonces los más viables entre poco más de una decena de ejidos de la zona, finalmente las negociaciones dieron como resultado el 12 de agosto que el polígono elegido por Pemex fue el F1 conformado por los ejidos de Atitalaquia, San Bartolomé Doxey –Tlaxcoapan- y en menor medida Tula.
Polígono que debía pasar por el riguroso escrutinio técnico de la paraestatal para ser aceptado para la construcción de la Bicentenario; sin embargo tras salir a la luz pública la existencia de vestigios arqueológicos teotihuacanos en la ex hacienda del Chingú, sitio donde se edificará la refinería Bicentenario, el retraso en la obra fue marcado.
De acuerdo con explicaciones de investigadores del INAH en esta región, en el sitio que ocupa la ex hacienda de El Chingú las ruinas arqueológicas no han sido exploradas, que cuentan con un alto valor histórico y corren peligro de desaparecer cuando se inicie la construcción de la refinería Bicentenario.
Al cuestionar a Juan Pérez Pérez ex delegado estatal del INAH, negó tener conocimiento sobre la existencia del sitio arqueológico y minimizó la importancia del lugar; en contraste, habitantes de la región señalaron que la indeferencia de la autoridad ante el tema se debía a que el gobierno no quería atrasar las obras de construcción de la refinería de Pemex en esta zona.
Recientemente el gobernador del estado a insistido y reclamado enérgicamente al gobierno federal el inicio de la construcción de la refinería, pese a que a inicios de marzo en conferencia de prensa el nuevo director general de Pemex Juan José Suárez Coppel había anunciado que la construcción iniciaría hasta abril del 2011, sin embargo explicó que ya habían comenzado con trabajos de ingeniería básica.
Ante el arranque de las campañas electorales por la sucesión del gobierno estatal el reclamo del gobernador Miguel Osorio fue mayúsculo y constante; sin embragó por lo menos dos meses antes personal de la refinería Miguel Hidalgo ya habían comenzado los trabajos de deslinde del polígono adquirido para la construcción de la refinería.
Los mismos trabajadores de Pemex afirmaron tener conocimiento de que la licitación para la construcción de la barda perimetral, estaba en camino y que los trabajos de topografía e ingeniería básica ya habían concluido; de esto aparentemente el gobierno estatal no tenía conocimiento.
Pese a ser publicado en diversos medios estatales, el gobernador del estado se apresuró a desmentir la información e insistió en que Pemex no había iniciado nada, con el paso de los días surgió otro rumor –el mas actual- sobre la tardanza en el arranque de los trabajos de construcción que ponían en peligro la viabilidad de la refinería en Tula, la supuesta omisión del gobierno estatal que presuntamente no informó a Pemex que en los predios elegidos por ellos –por Pemex- había vestigios arqueológicos y que el INAH no había liberado aun los permisos para realizar trabajos en dichas tierras.
La existencia de ruinas arqueológicas en El Chingú son de dominio público y los campesinos que vendieron sus tierras lo sabían, hay investigaciones que datan de la década de los 80´s que dan constancia de ello, investigaciones realizadas por Clara Luz Días; la investigadora realizó excavaciones en este lugar, como resultado de sus estudios escribió el libro “Chingú; Un Sitio Clásico del Área de Tula, Hgo.”, donde detalla el producto de sus indagaciones
Comentarios
Publicar un comentario