La región se llena de Sindicatos y Agrupaciones
Hugo Santiago
No menos de 20 sindicatos, agrupaciones, organizaciones, confederaciones, asociaciones y otras sociedades de transportistas, constructores, albañiles, servicios, paileros, soldadores y actividades a fin a la obra negra, se han constituido, renovado o renacido recientemente en la región, ante la inminente llegada de los nuevos proyectos de inversión a la zona sur del estado de Hidalgo.
Estas agrupaciones pretenden sacar rebanada del pastel, manejando a los trabajadores que los construirán, a proyectos como la Nueva Refinería Bicentenario, el centro de actividades logísticas del Puerto Seco y la Mega Planta Tratadora de Aguas Negras, mismos que quedaran asentados en los municipios de Atitalaquia, Tula de Allende, Tepeji del Río, y Atotonilco de Tula.
Desde que comenzó a conocerse públicamente la posibilidad de este macro desarrollo económico de la región para el próximo lustro, los lideres sindicales comenzaron a moverse y se reagruparon, fundaron nuevas organizaciones, les cambiaron de nombre o simplemente integraron un catalogo de trabadores ampliado, para ofertarles obreros a las empresas constructoras de estas inversiones empresariales.
Sin embargo la tardanza en el inicio de las tres faraónicas obras, ha retrasado igualmente la repartición del pastel laboral, entre los sindicatos y agrupaciones, y algunas de las empresas constructoras ya tienen contemplados a que sindicatos utilizarán para edificar los proyectos, dejando a fuera muchas de estas sociedades.
Ante esta situación algunas de ellas pretenden acceder a los nuevos trabajos, mediante la manifestación, exigiendo la intervención de las autoridades locales y hasta con el bloqueo de las vías de comunicación.
Aunque hay sindicatos y asociaciones de trabajadores con décadas de antigüedad y una basta y reconocida trayectoria en el ramo de acomodar gente en las obras, también en la región han surgido los organismos “patito”, mismo que utilizan a los trabajadores, deseosos de acomodarse laboralmente en laguna de las constructoras, y los explotan económicamente.
Algunas de las formas es vendiéndoles credenciales, afiliaciones y el cobro de cuotas u anualidades, para poder agremiarse; aunque existen sus variantes, por que organizaciones serías, piden los mismo requisitos.
Existen vivales que aprovechándose de la carestía laboral, incluso prometen a quienes en ellos confían, cosas imposibles. Hay quienes ya venden las plazas para laborar en la paraestatal Petróleos Mexicanos en la Nueva Refinería Bicentenario.
Esto a pesar de que, como se sabe, solamente el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM), que dirige desde hace años Carlos Romero Deschamps, será el encargado de otorgar los puestos de trabajo.
Buena parte de estos sindicatos surgidos, se dicen pertenecer a la Central de Trabajadores Mexicanos (CTM), sin embargo poco se sabe si verdaderamente cuentan con la legalidad que otorga esta institución sindical, o únicamente se utiliza el membrete.
Muchos de estos grupos han comenzado a montar en los municipios de Tula – Tepeji, oficinas y despachos, aunque la central de estos, generalmente aparece en su propaganda, tarjetas de presentación y hasta membretes, con sede en populosas colonias del Distrito Federal y municipios del Estado de México.
Ante esta situación los obreros de la región se sienten confundidos, a la hora de decidir si acudir o no a alguna de estas sociedades para acceder a un empleo en las nuevas inversiones empresariales.
Desafortunadamente ante el temor de quedarse fuera de los proyectos, se enrolan en los organismos “patito” y son estafados con cuantiosas cantidades económicas. A decir de los propios obreros, las autoridades competentes deberían de regular estas organizaciones, a fin de que ellos no sean victimas de los vivales.
Hugo Santiago
No menos de 20 sindicatos, agrupaciones, organizaciones, confederaciones, asociaciones y otras sociedades de transportistas, constructores, albañiles, servicios, paileros, soldadores y actividades a fin a la obra negra, se han constituido, renovado o renacido recientemente en la región, ante la inminente llegada de los nuevos proyectos de inversión a la zona sur del estado de Hidalgo.
Estas agrupaciones pretenden sacar rebanada del pastel, manejando a los trabajadores que los construirán, a proyectos como la Nueva Refinería Bicentenario, el centro de actividades logísticas del Puerto Seco y la Mega Planta Tratadora de Aguas Negras, mismos que quedaran asentados en los municipios de Atitalaquia, Tula de Allende, Tepeji del Río, y Atotonilco de Tula.
Desde que comenzó a conocerse públicamente la posibilidad de este macro desarrollo económico de la región para el próximo lustro, los lideres sindicales comenzaron a moverse y se reagruparon, fundaron nuevas organizaciones, les cambiaron de nombre o simplemente integraron un catalogo de trabadores ampliado, para ofertarles obreros a las empresas constructoras de estas inversiones empresariales.
Sin embargo la tardanza en el inicio de las tres faraónicas obras, ha retrasado igualmente la repartición del pastel laboral, entre los sindicatos y agrupaciones, y algunas de las empresas constructoras ya tienen contemplados a que sindicatos utilizarán para edificar los proyectos, dejando a fuera muchas de estas sociedades.
Ante esta situación algunas de ellas pretenden acceder a los nuevos trabajos, mediante la manifestación, exigiendo la intervención de las autoridades locales y hasta con el bloqueo de las vías de comunicación.
Aunque hay sindicatos y asociaciones de trabajadores con décadas de antigüedad y una basta y reconocida trayectoria en el ramo de acomodar gente en las obras, también en la región han surgido los organismos “patito”, mismo que utilizan a los trabajadores, deseosos de acomodarse laboralmente en laguna de las constructoras, y los explotan económicamente.
Algunas de las formas es vendiéndoles credenciales, afiliaciones y el cobro de cuotas u anualidades, para poder agremiarse; aunque existen sus variantes, por que organizaciones serías, piden los mismo requisitos.
Existen vivales que aprovechándose de la carestía laboral, incluso prometen a quienes en ellos confían, cosas imposibles. Hay quienes ya venden las plazas para laborar en la paraestatal Petróleos Mexicanos en la Nueva Refinería Bicentenario.
Esto a pesar de que, como se sabe, solamente el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM), que dirige desde hace años Carlos Romero Deschamps, será el encargado de otorgar los puestos de trabajo.
Buena parte de estos sindicatos surgidos, se dicen pertenecer a la Central de Trabajadores Mexicanos (CTM), sin embargo poco se sabe si verdaderamente cuentan con la legalidad que otorga esta institución sindical, o únicamente se utiliza el membrete.
Muchos de estos grupos han comenzado a montar en los municipios de Tula – Tepeji, oficinas y despachos, aunque la central de estos, generalmente aparece en su propaganda, tarjetas de presentación y hasta membretes, con sede en populosas colonias del Distrito Federal y municipios del Estado de México.
Ante esta situación los obreros de la región se sienten confundidos, a la hora de decidir si acudir o no a alguna de estas sociedades para acceder a un empleo en las nuevas inversiones empresariales.
Desafortunadamente ante el temor de quedarse fuera de los proyectos, se enrolan en los organismos “patito” y son estafados con cuantiosas cantidades económicas. A decir de los propios obreros, las autoridades competentes deberían de regular estas organizaciones, a fin de que ellos no sean victimas de los vivales.
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