En los trabajos encabezados por el arqueólogo Luis Manuel Gamboa Cabezas, los investigadores han localizado los vestigios de un adoratorio del periodo clásico, ubicado del 900 al 1200 D.C. aproximadamente, en donde también han descubierto material cerámico que les permite tal fechamiento.
En medio de uno de los pozos de investigación, los arqueólogos localizaron lo que pudiera ser una escultura en barro del dios Xipe – Tótec “Nuestro señor el descarnado”, divinidad a la cual los pueblos nahuatls le colgaban pieles desolladas de los prisioneros de guerra sacrificados, según las fuentes históricas.
Hasta el día de ayer los investigadores no habían desenterrado en su totalidad, la posible escultura de la deidad prehispánica, la única parte descubierta era su mascara de barro.
De encontrase en estado completo esta representación del que fuera adorado por los antiguos pueblos mesoamericanos como el patrono del comercio, significaría uno de los hallazgos arqueológicos más importantes de las ultimas fechas.
Pocas son en la república mexicana, las esculturas localizadas de Xipe – Tótec, y se han hallado representaciones de este dios en países de Centro América, la más famosa de estas esculturas en cerámica, se encuentra resguardada en el Museo de Puebla.
Según los investigadores, el dios tolteca representado era uno de los más importantes de su panteón y al se acogían los artesanos, la cual era una de las principales cualidades del pueblo que habitó Tula en la época tolteca, el simple significado de Tolteca es “artista, escultor, maestro de todos los oficios”, en su traducción del idioma náhuatl.
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