Tepeji: Su Glifo y su Topónimo

Por: Gabriel Pérez Torres
Director de la REVISTA PROPUESTA

Hace ya algunas semanas y a iniciativa de los Regidores Roberto Laguna y Noemí Zitle, se convocó a escritores tepejanos como Antonio Hernández Zambrano, Lupita Huicochea, Francisco Hernández Zambrano y Octavio Jiménez, y a otros más que le han quedado a deber a nuestro municipio el compartir sus conocimientos e información de nuestro origen y riqueza histórica.

Precisamente dicho encuentro en la sala de Regidores tuvo como tema central el realizar un esfuerzo por unificar criterios en torno al glifo de Tepeji y su correcto significado toponímico; de esta reunión se produjo un primer e importante acuerdo, el realizar un trabajo con estricta metodología científica y lograr la participación de prestigiados investigadores del tema y de instituciones educativas que contribuyeran a guiar este trabajo, que de realizarse daría luz en muchos sentidos al conocimiento del Tepexic en el pasó del devenir histórico. Y decimos si se realiza, por que a la fecha no hemos sabido nada sobre la continuación de los trabajos, ojalá y nuestros munícipes e historiadores no aborten tal proyecto.

En esta oportunidad he de comentar sobre una agradable experiencia con alumnos de sexto grado de la Escuela Primaria Melchor Ocampo, donde el Profesor Cecilio me hizo una cordial invitación para hablar sobre el tema periodístico del reportaje, de este grato encuentro con los alumnos surgieron otros temas, que incansables los jovencitos preguntaban insistentemente. De esta experiencia pude revalorar que en nuestros jóvenes seguimos teniendo un gran potencial de posibilidades para mejorar este país, y que nosotros los adultos tenemos la obligación de hacer un gran esfuerzo por ayudarlos a construirse como nuestro futuro.

Quizá por esto el temas del Glifo y Topónimo de Tepeji resulte interesante el abordarlo, pues pienso en esos pequeños tan interesados y abiertos para absorber nuestra historia y amar a este municipio que poco a poco se nos desmorona en una terrible disgregación social.
Pero bien, vayamos al tema; nuestros historiadores tepejanos tienen interesantes libros que han escrito y que están a la venta, solo basta descubrirlos en cualquier librería. Sobre el topónimo y glifo ellos han abordado sus comentarios, sus hipótesis y sus controversias. Por nuestra parte hemos de explicar brevemente estos conceptos que están en debate para llegar a un gran acuerdo.

Debemos recordar que Mesopotamia, China y Mesoamérica lograron crear una escritura propia. Los otros pueblos solo la aprovecharon, la perfeccionaron y adaptaron a sus necesidades, por eso no debemos olvidar que nuestros pueblos prehispánicos estuvieron a la vanguardia en la aportación mundial de la escritura. Principalmente altas culturas de nuestra nación: Teotihuacános, Toltecas, Purepechas, Otomíes, Aztecas y Zapotecas entre otros, tuvieron su forma de escritura simbólica, es decir dibujos de personas y objetos de la época que representaban su modo do organización y religión. Como sabemos todos los símbolos tienen un significado, y estos significados representaban la forma de pensar y ver las vida, es decir la cosmovisión que tenían nuestros antepasados de su origen y de su destino.

Nuestros símbolos prehispanicos están estrechamente relacionados con la naturaleza; con el agua, el fuego, el viento, la tierra. Es decir nuestros antepasados tenían claro que de estos elementos, de su ciclo, dependía su vida por completo. Por eso las grandes divinidades Náhuas eran amos y rectores de los elementos que daba sustento a las grandes culturas mesoamericanas; entre ellos Tláoc y Huitxilopoxtli. Ante los caprichos de los dioses de proveer o no el agua para los cultivos, para el triunfo o la derrota en la guerra, la destrucción de poblados por catástrofes y hasta la concepción de la maternidad, nuestros antepasados intentaron influir en la naturaleza, se dedicaron a la adoración y sacrificio de sus deidades a manera de apaciguarlos.

La escritura simbólica no la poseía el pueblo, pertenecía a la clase dominante, de hecho era resguardada en lugares especiales y enseñada solo a los hijos de los señores Tlatoanis. Dentro de esta simbología prehispánica era especial el lugar donde habitaba un pueblo, de hecho los grandes y pequeños pueblos se asentaron siempre cerca de las montañas o cerros, esto no era casualidad, como dijimos había todo una manera de relacionar el origen de la vida y su existencia, y las montañas o cerros tenían un significado religioso como lugares donde vivían los dioses y donde estaba el origen del universo.

Las montañas, cumbres o cerros tienen un significado de abundancia, ellas son receptoras y distribuidoras del agua de lluvia a través de la tierra; en ellas existen metales, fauna y flora; de hecho principalmente las elevaciones rocosas que contenían cuevas eran especialmente adoradas, pues en el pensamiento prehispánico se decía que la tierra estaba sobre un gran mar y que de las cuevas surgía el agua que provenía de el. Varias leyendas dan cuenta de esta manera de pensar, por ejemplo que en los cerros dormía un gran monstruo, este cuando fue derrotado por los dioses se convirtió su piel en la vegetación, su fauce era la cueva y en su interior se conectaba al inframundo. El grandios asentado como rector del agua era Tláloc, desde ahí dominaba, desde ese lugar decidía mandar o no el vital liquido, tenia ayudantes llamados tlaloques que eran unos enanos poderosos; el rayo, la tormenta, el proveer el agua para la agricultura era esencial parea la vida, por eso hasta los cerros llegaban los guerreros y sacerdotes para dorar a Tláloc, ofreciendole sacrificios humanos y ofrendas.

Pero dirán ustedes estimados lectores, ¿que tiene que ver este asunto con el glifo y topónimo de Tepeji?. Pues que los cerros en lengua Nahuatl tienen el terminó “Tepetl” que significa “cerro”, más atl=agua y que el glifo de Tepeji es el dibujo o representación de una montaña campaniforme, esta dividida en dos partes o peñas, quedando entonces su topónimo como Tepexic=lugar entre peñascos.

De hecho como dijimos todos los pueblos prehispanicos estaban cerca de estas montañas o cerros sagrados, por lo tanto todos eran Tepetls, es decir pueblos asentados en montañas-agua. Para adentrase un poco más en el termino se recomienda consultar el libro de Lupita Huicochea “En los términos de Otlazpan y Tepexic” sobre el tema de la toponimia de nuestro municipio. Los cerros y montañas eran el centro universal de nuestros antepasados, es por eso que las grandes pirámide rememoraban a una montaña, en sus altares el culto a la deidad y sobre lagos construidas.

El dibujo del glifo precisamente describe y simboliza a cada Tepetl; en el caso de Tepexic, somos Tepetl pero entre dos peñascos, esta es la diferencia de nuestro topónimo. Los glifos fueron dibujado por los tlacuilos de ese tiempo, en la época ya de la conquista. Recordemos que cientos de codicies y dioses prehispanicos fueron quemados por los franciscanos a manera de acabar con la “religión pagana”de los indígenas, con ellos se perdió una gran cantidad de glifos reunidos en códices que narraban la vida, religión y visión del mundo prehispanico.
Existen otros glifos escritos por tlacuilos pero aderezados con elementos europeos, estos corresponden a la época ya después de la conquista. A los tlacuilos indigenas se les encargo recoger en lo posible la historia de cada zona conquistada y cuyo informe era organizado en códices y enviado a la corona española para saber de sus dominios.

Del significado Toponímico de Tepexic y su glifo existen códices elaborados en tiempos de la conquista española, se pueden encontrar datos del significado del nombre de nuestro municipio por ejemplo en el Códice Osuna, en el Códice Mendoza o en el llamado Códice Otlazpan.

Es un hecho que Tepexi y su nombre son parte de la concepción simbólica nahua, por eso nuestra ciudad esta rodeada de grandes montañas o cerros y cerca del agua, somos un Tepetl, un pueblo agua-cerro. Nuestro glifo es un cerro dividido y nuestra toponimia nos ubica como lugar entre peñascos.

Los tepetls o pueblos cerca de los cerros-agua, como en el caso de Tepeji fueron dibujados por lo general en forma de cerros o montañas, pintadas de color verde, ya que según las creencias eran grandes recipientes de agua y por lo tanto lugares de gran fertilidad. Sus bases tienen siempre dos franjas: la de arriba es roja y la de abajo, amarilla. ¿Qué significan? El cerro representa a Cipactli, monstruo de la tierra que está dormido. Estas franjas son sus fauces y a veces se pintaban abiertas.

Hoy en día en Tepeji como en otros municipios se tienen rememoraciones de culto a los cerros, enmascarados por costumbres religiosas cristianas, por ejemplo en Tepeji se instalaron cruces en los cerros de San Mateo, Tinajas, Noxtongo y Quelites; de esta manera los curas buscaron cambiar a los dioses prehispanicos por la adoración catolica, sin embargo en esos cerros esta presente aun con vestigios arqueológicos el culto al Dios Tláloc.

Dice la leyenda que el croar de la rana del cerro atrae el agua, es Tláloc convertido en animal; todo lo existente en los cerros y montañas tenían un significado divino y por lo tanto respetados esos lugares. Existe el termino usado “llueve a cantaros”, se relaciona a los “cantaritos Tláloc” que se ofrendaban a esta deidad; Tláloc incluso fue dibujado como un ser divino que traía un cántaro donde vertía las mazorcas y demás alimentos, así como el agua divina para proveer al ser humano.

Existe mucho más que escribir y decir de nuestro pasado, esperamos que quienes ya iniciaron este debate sigan adelante, que nosotros estaremos participando en este esfuerzo de rescatar nuestros orígenes y nuestra identidad.

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